Nefrología (Mar 2023)
La «Semana del Fósforo»: implicación de la nefrología española en el control de los valores plasmáticos de fósforo
Abstract
Resumen: Antecedentes: El adecuado control de la fosfatemia es objeto de importante preocupación por los profesionales involucrados en el cuidado de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), ya que los valores elevados de fósforo se encuentran directamente relacionados con un aumento de la mortalidad. Objetivos: Con el objetivo de conocer la percepción y la implicación que los nefrólogos españoles tienen de la necesidad de controlar el fósforo sérico, así como lograr una muestra lo más representativa posible de los valores séricos actuales, se organizó la denominada «Semana del Fósforo» (13-17 de noviembre de 2017). Métodos: Se invitó a participar en una encuesta on line a todos los socios de la Sociedad Española de Nefrología, que incluía preguntas sobre aspectos relacionados con el control del fósforo en pacientes con ERC avanzada (ERCA) (filtrado glomerular < 30 ml/min/1,73 m2) y en las distintas modalidades de tratamiento renal sustitutivo (diálisis peritoneal [DP], hemodiálisis [HD] y trasplante renal [TR]). Resultados: Se obtuvieron 72 entradas de datos con 7.463 pacientes incluidos, de los cuales el 35,4% de ellos estaban en HD, el 34,8% eran TR, el 24,2% tenían ERCA y el 5,5% estaban en DP. El objetivo de fósforo sérico para los cuatro grupos de pacientes fue de 4,5 mg/dl, con mínimas variaciones en función del área del territorio nacional. Los pacientes con mejor control de la fosfatemia fueron los pacientes con TR (el 93,3% presentaban valores de fósforo < 4,5 mg/dl), seguidos por los pacientes en ERCA (65,6% con fósforo < 4,5 mg/dl). Solo el 53,6% de los pacientes en HD y el 39,4% de los que estaban en DP cumplieron el objetivo de fósforo < 4,5 mg/dl. El grupo de pacientes en diálisis fue en el que más se prescribían captores de fósforo (73,5% y 75,6% en los pacientes en HD y DP, respectivamente), siendo menos frecuente en los pacientes en ERCA (39,9%) y solo el 4,5% en los TR. Conclusiones: Los resultados indican que los objetivos de los profesionales españoles están en consonancia con lo que recomiendan las guías clínicas nacionales e internacionales; sin embargo, aún hay un amplio margen de mejora para lograr esos objetivos, especialmente en los pacientes en HD y DP. Abstract: Background: The adequate control of phosphorus levels is a major concern for professionals involved in the care of patients with chronic kidney disease (CKD), since high phosphorus levels are directly related to an increase in mortality. Objectives: To know the perception and involvement of Spanish nephrologists on the control of phosphorus levels, the so-called “Phosphorus Week” was organized (November 13-17, 2017). Methods: All members of the Spanish Society of Nephrology were invited to participate in an online survey, which included questions on aspects related to phosphorus control in patients with advanced CKD (aCKD) (glomerular filtration rate <30 ml/min/1.73 m2) and in the different modalities of renal replacement therapies (peritoneal dialysis [PD], hemodialysis [HD] and renal transplantation [KT]). Results: 72 data entries were obtained in the survey with an inclusion of 7463 patients. Of them, 35.4% were on HD, 34.8% were KT, 24.2% had aCKD and 5.5% were on PD. The serum phosphorus level target for the four groups of patients was 4.5 mg/dl, with minimal variations depending on the area of the national territory. The patients with better control of phosphatemia were patients with KT (93.3% had phosphorus values < 4.5 mg/dl), followed by patients with aCKD (65.6% with phosphorus < 4.5 mg/dl). Only 53.6% of the patients on HD and 39.4% of those on PD reached the phosphorus goal < 4.5 mg/dl. The group of patients on dialysis was the one in whom phosphorus binders prescribed the most (73.5% and 75.6% in HD and PD, respectively), being less frequent in patients with patients with aCKD (39.9%) and only 4.5% in KT. Conclusions: The objectives of the Spanish nephrologists are in line with those recommended by the national and international clinical guidelines; however, there is still a wide room for improvement to achieve these goals, especially in HD and PD patients.