Revista Internacional de Pensamiento Político (Jul 2015)
La rentabilidad del terror: el caso vasco
Abstract
El problema de convivencia instalado en la sociedad vasca no deja de ser una cuestión artificial. Nunca ha existido un enfrentamiento entre dos comunidades en el País Vasco. La violencia de ETA se antoja, cuando menos, gratuita y fuera de lugar: si bien es cierto que su origen puede localizarse en la lucha antifascista contra la dictadura franquista, no lo es menos que gran parte de su actividad de terror ha sido llevada a cabo en tiempos de democracia. Las aspiraciones nacionalistas fueron acogidas sobradamente en el Estatuto de Autonomía, junto a los signos de identidad que el PNV hizo valer: bandera, himno y denominación territorial. Se dotó, asimismo, de medios de comunicación al gobierno vasco y se instituyó la convivencia lingüística entre el castellano y el euskera. El terrorismo vasco, por tanto, posee rasgos particulares diferenciadores, pues es la única democracia en el mundo en la que los atacados son los gobernados, no los gobernantes. -------------------------------------------------------------------------- The problem concerning living together in vasque society is only an artificial issue. A confrontation has never existed between two communities in the Vasque Country. The violence of ETA is, at least, sample and out of place: if it is true that ETA�s origin can be localized in fighting against Franco dictatorship, it is also that the most of its terrorist activity has been made in democracy times. The nationalist expectations were fully inserted in the Statute of Autonomy, along with the different signs of identity which PNV makes aware: a flag, a national anthem and the name for the Country. Indeed, some mass media were given to the vasque Government, and the linguistic coexistence between Spanish and Vasque languages was stablished. The vasque terrorism, consequently, has simple and differential features, because the Vasque Country is the unique democracy all over the world in which the people attacked are the ones governed, but never those who governs.