Revista Cubana de Ingeniería (May 2012)

Editorial

  • Rosabel Zerquera Díaz

DOI
https://doi.org/10.1234/rci.v3i1.99
Journal volume & issue
Vol. 3, no. 1

Abstract

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A pocos días de publicarse esta edición de Revista Cubana de Ingeniería, como cada año, losprofesionales nacionales de la ingeniería, en la fecha del 11 de enero celebran el Día del Ingeniero Cubano. Esta conmemoración fue instituida en 1946 para honrar el nacimiento en 1816 del ilustre ingeniero cubano Francisco de Albear y Fernández de Lara.A partir de 1996, la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba en el marco de las actividades conmemorativas del Día del Ingeniero Cubano hace entrega del Premio Nacional Vida y Obra de Ingeniería a profesionales destacados por sus importantes aportes a la ingeniería, quienes por la relevancia de su vida y labor prestigian a la nación, pero también es una ocasión propicia para reconocer la labor del insigne ingeniero Francisco de Albear, mayormente conocida por los habaneros al relacionarla con la autoría y ejecución del proyecto del Acueducto de Albear.El proyecto del acueducto que inmortaliza a Francisco de Albear, le fue encomendado cuando ejercía funciones de presidente de la Junta de Obras Públicas de Cuba. El informe titulado "Proyecto de conducción a La Habana de las aguas de los manantiales de Vento" fue reconocido con Medalla de Oro en la Exposición Universal de París en 1878 y considerado por los especialistas como una obra maestra de la ingeniera, atendiendo a las soluciones que aportaba con excelencia en los detalles técnicos, estéticos y de saneamiento que destacan en el proyecto original. El Acueducto de Albear fue inaugurado en 1893, seis años después de la muerte de su autor, y aún hoy después de más de un siglo de construida, la obra de ingeniería abastece de agua a la capital, sin consumir combustible ni necesitar prácticamente tratamiento previo.La historia de la ingeniería cubana reconoce la intervención de Francisco de Albear en otros proyectos, construcciones y reparaciones que involucran obras conocidas en la actualidad como los "Puentes Grandes" sobre el río Almendares, calles y avenidas como Concha y Luyanó, la instalación de las primeras líneas telegráficas y el plano topográfico de La Habana, este último con una precisión tan detallada que solo fue superada en los años 80 por los levantamientos realizados con motivo del proyecto del Metro de La Habana.En la actualidad, en el capitalino Parque Central, donde convergen las calles Obispo y O’Reilly, una estatua rinde merecido tributo a Francisco de Albear y permite recordar al paseante que ya en los años donde se gestaba la nacionalidad cubana, el país tuvo ingenieros de grandes obras, profesionalismo y reconocimiento.Todo lo anterior, y más, hace que Revista Cubana de Ingeniería se una a la conmemoración del próximo Día del Ingeniero con unas merecidas felicitaciones a los ingenieros cubanos y que se recuerde con este Editorial la obra destacada de Francisco de Albear y Fernández de Lara quien fuera un ejemplo inigualable de ingeniero cubano y digna referencia para los profesionales de la ingeniería moderna.