Estudios de Literatura Colombiana (Jul 2017)
beso de la noche. Pablo Montoya
Abstract
El beso de la noche es una colección de diez cuentos que obedece, más que a una estructura premeditada, a tres hilos argumentales que confluyen a lo largo de estas narraciones, formando así un nodo en el que se interconectan, y posibilitan esta selección. En el primero de ellos podemos ubicar “Las mujeres de Aspasio” (pp. 7-17), “El salto” (pp. 19-31) y “El beso de la noche” (pp. 33-42). Estas narraciones se ven apabulladas por pulsiones que se tornan mucho más profundas ante la angustia de la muerte y, por lo mismo, empujan a sus protagonistas al anonimato y a desapariciones súbitas. La necrofilia, la hidrofilia, el onanismo, el complejo de Edipo y el suicidio se constituyen como las representaciones de “la presencia de lo sublime en medio de la desolación, de la pureza habitando lo pútrido” (pp. 15-16), tal como lo declara el narrador de “Las mujeres de Aspasio”. El segundo incluye a “Las formas del silencio” (pp. 43-53) e “Insectos” (pp. 55-65). La fijación y el pánico por lo sonoro nos remiten a los estudios en conservatorio y la formación en letras del autor, pues los personajes de dichos cuentos sostienen relaciones directas con la música y la literatura que están marcadas por la privación obligada o inconsciente de las mismas. Y, por último, el grupo conformado por los cuentos “Tomás” (pp. 67-82), “El muerto” (pp. 83-97), “El encargo” (pp. 99-106), “Figura con paisaje” (pp. 107-122) y “La doble herida” (pp. 123-142). Aquí, la violencia en la cual se ve inmerso Medellín deriva en que sus personajes deambulen en torno a la imposibilidad de la reconciliación con la ciudad que habitan.