Revista Salud Bosque (Aug 2017)

Más allá de la baja visión

  • Jenny Maritza Sánchez

DOI
https://doi.org/10.18270/rsb.v6i2.2019
Journal volume & issue
Vol. 6, no. 2

Abstract

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Introducción: Con el aumento de la expectativa de vida de la población, cada día son más frecuentes las enfermedades oculares que generan limitación visual en personas de la tercera edad. Metodología: Para llevar a cabo esta revisión se buscó en las bases de datos Pubmed, Scielo, Lilacs y ProQuest, con los descriptores DeCS para normalizar los términos en el lenguaje estándar cientíico. El objetivo fue describir el papel que tiene el optómetra en la valoración del paciente con baja visión, describiendo brevemente las pruebas clínicas básicas para determinar su estado visual. Resultados: Se deben valorar la agudeza visual, la sensibilidad al contraste, el campo visual, la visión de color y la funcionalidad. Los resultados obtenidos permitirán establecer un plan de rehabilitación visual de acuerdo con la condición y las necesidades de cada paciente, con el objetivo de potenciar y optimizar su remanente visual, para aprovecharlo en tareas concretas. Para esto, se tendrán que utilizar ayudas ópticas especializadas, tales como microscopios, ampliicadores manuales o con soporte y telescopios, y no ópticas, como el atril y el tiposcopio. Este proceso está encaminado a recuperar la autonomía personal, y conseguir la integración familiar, social, laboral y educativa. Conclusiones: Los optómetras deben desarrollar habilidades para la evaluación, el diagnóstico y el manejo de la baja visión, que les permitan hacer frente a las nuevas demandas de la profesión. Se debe tener en cuenta el abordaje de la baja visión con un grupo multidisciplinario que permita desarrollar en el paciente mecanismos para enfrentar su nueva condición de vida.

Keywords