Nutrición Hospitalaria (Apr 2003)
Pharmacological Nutrition in Inflammatory Bowel Diseases Nutrición farmacológica en las enfermedades inflamatorias del instestino
Abstract
Inflammatory Bowel Diseases - ulcerative colitis and Crohn’s disease- are chronic gastrointestinal inflammatory diseases of unknown etiology. Decreased oral intake, malabsorption, accelerated nutrient losses, increased requirements, and drug-nutrient interactions cause nutritional and functional deficiencies that require proper correction by nutritional therapy. The goals of the different forms of nutritional therapy are to correct nutritional disturbances and to modulate inflammatory response, thus influencing disease activity. Nutritional intervention may improve outcome in certain individuals; however, because of the costs and complications of such therapy, careful selection is warranted. Total parenteral nutrition has been used to correct and prevent nutritional disturbances and to promote bowel rest during active disease, mainly in cases of digestive fistulae with a high output. Its use should be reserved for patients who cannot tolerate enteral nutrition. Enteral nutrition is effective in inducing clinical remission of disease in adults and promoting growth in children. Recent research has focused on the use of specific nutrients as primary treatment agents. Although some reports have indicated that glutamine, short-chain fatty acids, antioxidants and immunonutrition with omega-3 fatty acids are an important therapeutic alternative in the management of inflammatory bowel diseases, the beneficial reported effects have yet to be translated into the clinical practice. The real efficacy of these nutrients still need further evaluation through prospective and randomized trials.Las enfermedades inflamatorias del intestino -colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn- son enfermedades crónicas de causa desconocida. La disminución de la ingesta, la malabsorción, la pérdida acelerada de nutrientes, el aumento de los requerimientos y las interacciones entre medicamentos y nutrientes determinan carencias nutricionales y funcionales que obligan a una corrección mediante terapia nutricional. Los objetivos de los distintos tipos de terapia nutricional comprenden la corrección de las alteraciones nutricionales y la modulación de la respuesta inflamatoria para modificar la actividad mórbida. La alimentación puede mejorar algunos aspectos pero, debido al coste y a las complicaciones de este tratamiento, exige una cuidadosa selección. Se ha empleado la nutrición parenteral total para corregir y prevenir las alteraciones nutricionales y fomentar el reposo del intestino durante la actividad, sobre todo en los casos de fístulas digestivas con un elevado drenaje. Su uso debe reservarse a los pacientes que no toleren la nutrición enteral. La nutrición enteral induce una remisión clínica eficaz entre los adultos y promueve el crecimiento infantil. La investigación reciente se ha centrado en el uso de nutrientes específicos como medios esenciales de tratamiento. Si bien en algunos informes se ha señalado que la glutamina, los ácidos grasos de cadena corta, los antioxidantes y la inmunonutrición con ácidos grasos omega-3 suponen una alternativa terapéutica importante para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino, los efectos beneficiosos descritos todavía no se han reflejado en la práctica clínica. La eficacia real de estos nutrientes obliga a una evaluación más cuidadosa a través de ensayos prospectivos y aleatorizados.